Guerrero: Estado Fallido

Agencia MANL

La reciente ola de violencia y corrupción en el estado de Guerrero ha puesto en evidencia la fragilidad del gobierno local, llevando a muchos a caracterizarlo como un estado fallido. La gobernadora Evelyn Salgado, enfrentándose a la presión pública después de la muerte de un normalista de Ayotzinapa y las extorsiones sufridas por los transportistas en Acapulco, ha tomado medidas drásticas. Sin embargo, estas acciones parecen ser insuficientes para calmar las críticas y restaurar el orden en la región.

Tras los trágicos eventos, Salgado anunció la aceptación de las renuncias del secretario General de Gobierno, Ludwin Marcial Reynoso, y del secretario de Seguridad Pública, Rolando Solano. Sin embargo, estas dimisiones no han detenido el llamado de algunos sectores del Congreso de Guerrero para iniciar un juicio político contra la gobernadora.

Además, Salgado decidió remover a Sandra Luz Valdovinos Salmerón de su cargo como fiscal general del Estado, tras el asesinato de Yanqui Kothan. Esta decisión ha desatado una respuesta contundente por parte de la fiscal, quien ha afirmado que cualquier remoción debe pasar por las instancias constitucionales adecuadas, prometiendo hacer valer su derecho de audiencia ante el congreso estatal.

El ambiente político y social en Guerrero se ha vuelto tenso, con críticos como Leo Zuckerman expresando su desilusión tanto con el gobierno federal de AMLO como con la gestión de Evelyn Salgado. Zuckerman no ha escatimado en sus críticas, describiendo la situación como un abandono de funciones por parte de Salgado e incluso llegando a insinuar que está "fugada".

En resumen, la crisis en Guerrero ha expuesto las graves deficiencias del gobierno estatal y ha llevado a un clamor por medidas más contundentes para restaurar el orden y la confianza en la región. Sin embargo, el camino hacia la estabilidad parece estar plagado de obstáculos políticos y desafíos institucionales.

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