* Fiscalía y Gobierno Estatal en la Mira por Omisiones en Teuchitlán
Por Redacción / Agencia MANL
Jalisco vuelve a ser epicentro de una escalofriante revelación: autoridades han determinado preliminarmente que alrededor de 1,500 cuerpos fueron incinerados en un predio utilizado como campo de exterminio en Teuchitlán, presuntamente operado por grupos criminales.
El hallazgo genera una ola de indignación, pues la Fiscalía del estado habría cateado el sitio en septiembre pasado sin detectar estas actividades. A pesar de que el predio tenía una orden de suspensión, continuaba en funcionamiento sin que las autoridades intervinieran.
¿Encubrimiento o negligencia?
El fiscal de Jalisco, señalado por su falta de acción, ha declarado que quiere estar presente en la recolección de pruebas. Sin embargo, su postura ha sido criticada, ya que su dependencia habría ignorado previamente el horror que se desarrollaba en el lugar.
Por su parte, el gobernador del estado también ha asegurado desconocer lo ocurrido en Teuchitlán, lo que aumenta la incertidumbre sobre la capacidad de las autoridades estatales para hacer frente a la crisis de violencia.
Este hallazgo no solo evidencia la magnitud de la violencia en Jalisco, sino que también pone en entredicho la actuación de las autoridades que, por omisión o complicidad, permitieron que este campo de exterminio operara impunemente.
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